La nutrición es importante para cada
una de las células del cuerpo y, por supuesto, los dientes y encías también
entran en juego.
La boca en particular es una de esas partes que necesita que escojas bien qué
comes pues allí pueden pasar algunos que pueden darte bacterias que causen
placa.
La Escuela de
medicina de Yale afirma que cuando tomas o masticas harinas o azúcares, no
solamente te alimentas tú sino que al mismo tiempo la placa se alimenta, lo que
puede causar estragos en tu boca. Cuando estos alimentos entran en contacto con
la placa, los ácidos que se forman pueden atacar tus dientes por 20 minutos o
más, después de haber terminado de comer.
Además hay que
evadir alimentos que combinen elementos dulces, ácidos y ‘pegajosos’, según
recomienda Miriam R. Robbins del Departamento de odontología de la Universidad
de Nueva York.
¿Su consejo?
Para remover ese tipo de alimentos, Robbins advierte que cepillarse al poco
tiempo de haberlos consumido puede terminar ocasionando más daño a tus dientes
ya que el esmalte está más débil por haber tenido contacto con esta comida ‘dañina’.
Ella recomienda esperar, por lo menos, de 20 a 40 minutos antes de sacar el
cepillo de dientes.
Estos a
continuación son, en cambio, alimentos que ayudan a que tus dientes no sufran
tantos estragos y de paso es una buena dieta alimenticia. Intenta consumir más
de estos que de aquellos altos en harinas y azúcar.
1. Queso y
yogur: El queso por un lado es bajo en
azúcar y ácidos y alto en calcio, lo que lo hace una muy buena elección. Además
contiene caseína, una proteína de la leche, rica en fósforo, que ayuda a
fortificar la superficie de los dientes. Y el yogurt, que también contiene
caseína y calcio, ayuda a devolverles los minerales a los dientes.
2. Agua de la
pluma: De acuerdo con el Instituto
Nacional de Investigación de asuntos odontológicos y craneofaciales, el 67% de
la población de Estados Unidos que recibe aguas del servicio público en sus
casas, toma este líquido con óptimos niveles de fluoruro que ayuda a prevenir
las caries. Esto solo ocurre en lugares cuya agua es tratada previamente
agregándole la cantidad necesaria de flúor.
3. Apio y
peras: La mayoría de alimentos crudos,
como vegetales y frutas frescas, son buenas para tus dientes, ya que sus fibras
naturales hacen que tengas que masticar más, haciendo que produzcas abundante
saliva (esta contiene bicarbonato lo que hace que el ácido se neutralice). El
apio por un lado, según Robbins, es particularmente bueno pues tiene hebras
fibrosas que ayudan a limpiar naturalmente los dientes. Y las peras se destacan
entre las demás frutas porque en un estudio del 2004 se encontró que esta tenía
un mayor efecto para neutralizar el ácido que las demás, incluyendo la manzana,
el guineo, la mandarina y la piña.
4. Aceite de
sésamo (ajonjolí): Las semillas de sésamo son buenas
para reducir la placa y ayuda a devolver los minerales al esmalte de los
dientes; así que podrías no solo consumirlo, sino también hacer gárgaras con
este aceite.
5. Chicle sin
azúcar: Aunque no se escuchen muchas cosas
buenas sobre los endulzantes artificiales, en cuestiones de salud oral sí se
puede encontrar algo bueno de estos y tiene nombre propio. Se trata del
Xilitol, un sustituto de azúcar que se puede encontrar en chicles y mentas
sugar-free. Este ayuda a prevenir pues hace exactamente lo contrario que hace
el azúcar, que es alimentar a la bacteria que genera caries y daño en la encía.
Además, “el chicle remueve macánicamente la placa y bacteria de tus dientes”,
agregó Robbins.
Eso sí, no solo
por comer bien ayudas a tus dientes, lavártelos como te lo aconseja tu
odontólogo también es vital para tu salud oral. Recuerda que una enfermedad en
tu boca podría llevar a otras enfermedades; incluso se considera un factor de riesgo de problemas cardiovasculares.
Fuente:
elnuevodia.com/ Con información de The Huffington Post.
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